martes, enero 29, 2008

46 Uno de mis héroes


El 11 de junio de 1963 se inició una marcha en protesta por la política opresión y tortura a que se veían sometidos los budistas por parte de las autoridades vietnamitas encabezadas por el primer ministro cristiano católico Ngô Đình Diệm .

Anteriormente ya se habían hecho otras marchas pacíficas sin ningún resultado positivo, al contrario, mas bien las cosas empeoraban.

Sin embargo la marcha del día 11 fue distinta, formada por trescientos monjes y monjas se dirigieron hacia una de las calles mas transitadas de Saigón bloqueando el tráfico.
Solo dejaron pasar un coche, de este coche bajaron varios monjes, uno de ellos el Venerable Thich Quáng Duc se sentó en su cojín de meditación que habían dispuesto unos novicios; estos abrieron el maletero, sacaron un bidón que contenía una mezcla de gasolina y gasoil preparado previamente y lo vertieron sobre el Venerable Thich Quáng Duc que permanecía impasible en la postura del loto, cuando terminaron se alejaron rápidamente y entonces el Venerable encendió una cerilla y su cuerpo se vio envuelto en llamas, en silencio, inmóvil, en perfecto estado de meditación murió abrasado.

El periodista del New York Times, David Halberstam fue testigo del suceso y escribió lo siguiente:

Estaba viendo de nuevo la señal, pero una vez fue suficiente. Las llamas estaban surgiendo de un ser humano; su cuerpo fue marchitándose lentamente, su cabeza se ennegrecía. En el aire había un olor a carne humana quemada; el hombre se quemó sorpresivamente rápido. Detrás de mí pude escuchar el sollozo de los vietnamitas que estaban ahora en la entrada. Estaba demasiado sorprendido para llorar, demasiado confundido para tomar notas o hacer preguntas, además desconcertado para inclusive pensar... Mientras se quemaba él nunca movió un músculo, nunca pronunció un sonido, su calma exterior en agudo contraste con la gente que se lamentaba alrededor de él.
El testimonio gráfico se lo debemos principalmente al fotógrafo Malcolm Browne.

El cuerpo abrasado fue incinerado según la tradición budista, y entre las cenizas se encontró el corazón del Venerable que no había sido consumido por las llamas, siendo considerado una reliquia sagrada y tesoro nacional.
El Venerable Thich Quáng Duc no fue el único que sacrificó su vida de esa manera, otros siguieron después haciendo lo mismo.

Casos como este me hacen pensar y cuestionarme mis creencias como budista, renunciar a la propia vida por el bien de los demás y de esa forma, está más allá de mi capacidad de renuncia o de sufrimiento y del amor y entrega mejor ni hablar.
Bien es verdad que en ningún lugar de las escrituras budistas se aconseja quemarse vivo, y en este caso el suicidio no es por eludir el dolor de la existencia, al contrario, fue para eliminar el dolor que estaban sufriendo algunas personas por el simple hecho de que sus creencias no eran del agrado de sus gobernantes.

Muchas personas entre las que me encuentro, no necesitamos ser salvados por ninguna legión de Cristo ni por ningún Dios, creemos que tenemos la suficiente capacidad mental para decidir la forma en que queremos vivir nuestras cortas vidas.

¿Será que hace falta repetir lo del fuego abrasador? A estas alturas creo que no, tenemos las herramientas políticas que faltaban en Vietnam, ahora bien ¿tenemos también las herramientas mentales necesarias o todavía la superstición, los mitos y miedos condicionarán la felicidad de la gente?.

Fotos y mas cosas sobre lo sucedido aquí

5 comentarios:

adelasuma dijo...

Hola
hoy con poco tiempo, sólo comentarte: fernand khnopff
saludillos

finnegan bell dijo...

jo, si es que las cosas son al revés, pero en este caso el tópico es de aplicación plena: 'siempre se van los mejores'... a más de uno me gustaría a mí incinerarlo... y lo tranquilitos que nos íbamos a quedar todos lods demás!

pd. a veces soy un poco vikingo. lo siento!

Anónimo dijo...

madre mia! no conoziamos hesta istoria, pero himpresiona ber hal señor himpasivle hentre las yamas.

lo peor hes que dudamos que hestas cosas sirban para halgo...

vesissssss

el Shysh dijo...

Inició él ese método de protesta? no sólo se requiere sangre fría, sino un par de... y un corazón de piedra metafórica.

ARD dijo...

Adelasuma:

Muchas gracias por la visita y por la informacion.
Saludos

Finnegan

Mien Herr Finnegan, que no, que la cosa va de que no sea necesario quemar a nadie ni quemarse uno mismo, que las cosas cotidianas ya socarran bastante los ánimos. :)

Abrazotes.

Ruvis

Ruvis queridas, pues la verdad es que estas cosas cuando tratas con bestias no con personas, pues la verdad es que no sirve de mucho, bueno si, sirve de mucho a la larga.
Besis

Shysh:

Si señor Shysh, él inició este modo de protesta, y en efecto se necesitan un buen par de cojones éticos y morales para hacerlo.

Abrazos