jueves, octubre 23, 2008

Medir dos veces, cortar una.


A veces me gustaría decir un montón de cosas en el blog, llamar a algunas personas por sus verdaderos nombres o poner el grito en el cielo por las muchas cosas que veo y no me gustan, pero después de llevar un buen rato escribiendo me doy cuenta de que tal vez mi posición no sea la correcta.

Es verdad que de vez en cuando uno se topa con ejemplares humanos que son auténticos hijos de la gran perra, y de ese encuentro siempre queda un poco de resquemor porque los hijos de la gran perra tienen una suerte enorme y parece que el mundo incluso aplaude sus maniobras y que la justicia no existe.

Así que todo indignado y con el ánimo calentito me pongo manos a la obra, pero según escribo y leo lo que he escrito me doy cuenta de que a lo mejor soy yo el que esta equivocado.A ver, no quiero decir que yo esté equivocado por no ser un hijo de la gran perra, no es eso; quiero decir que tal vez esa persona es así porque no lo ha pasado nada bien, o le han puteado mucho, o simplemente esta pidiendo a gritos que alguien le de un guantazo y después un abrazo, o tal vez es algo que le han enseñado de niño y que como ha visto que abusando y aprovechándose de los demás consigue llenar algún vacío pues continúa en la brecha.

Y cuando pienso en esas cosas el cabreo se va diluyendo ¿quién soy yo para juzgar? nadie, solo soy una sombra que durará muy poco tiempo, siendo tan poca cosa y tan ignorante ¿como puedo dar un juicio acertado e inapelable sobre un individuo? , ¿y si solamente es un enfermo de ira , avaricia y orgullo?.Así pues, dejo lo que estaba escribiendo, lo mando a la bendita papelera de reciclaje y donde si anoto algo es en mi diario de papel ( si, si, existen, de verdad de la buena, yo tengo varios llenos y uno que va en camino de estarlo)y al final, para acordarme de lo que no debo olvidar siempre escribo una frase de Buda:

El fuego no se apaga con el fuego, el odio no se vence con odio, el odio se vence con amor.

Una frase preciosa, pero qué difícil es ponerla en práctica y mas cuando a uno le duele todavía el golpe recibido.

sábado, octubre 18, 2008

Sanvean (I am your shadow) - Lisa Gerrard

El señor Finnegan Bell, Capo di tutti capi de su blog Grandes Esperanzas , ha retomado una tradición que el tenía hace tiempo. Yo tambien tenía la costumbre de poner los sábados y los domingos música o dibujicos animados,pero dejé de hacerlo por no recuerdo qué motivo.
Como soy un copión, le copio la idea al señor Finnegan Bell y vuelvo a mi costumbre de poner buena música los sábado y ya veremos que hacemos los domingos.
Hoy Lisa Gerrard, una gran voz y una gran artista, el tema es muy emotivo y cada cual le puede dar el significado que quiera.
Disfrutenlo.



viernes, octubre 10, 2008

De trapo a Kesa


Se dice que cuando Gautama Sidharta el Buda alcanzó la iluminación, se acercó a la ribera del río y en un montón de inmundicias encontró trapos sucios y trozos de mortajas, para la mentalidad de la época estos trapos eran un cúmulo de impurezas tanto físicas como espirituales, el Buda sin embargo cogió unos cuantos de ellos, los lavó y los tiñó con la arcilla que se encontraba allí mismo.
Había fabricado el primer Kesa o hábito de monje budista.

En ocasiones por algunas razones, nos sentimos como unos trapos tirados, se han servido de nosotros para limpiar lágrimas, limpiar soledades o aburrimientos, para limpiar dolores y cuando ya no somos necesarios, somos arrojados.
Sin embargo, igual que en la historia del primer Kesa, podemos dejar de sentirnos como unos trapos y ver que nuestra naturaleza no es la de una inmundicia, ni la de un objeto de usar y tirar.
Lavar los trapos no solo significa eliminar el dolor, también significa limpiar el resentimiento y el odio, no solo mancha el dolor, también mancha y mucho el resentimiento, el rencor y el odio, manchas difíciles de quitar porque con toda la razón se siente que uno ha sido tratado injustamente y al no recibir compensación ninguna solo le queda una herida.

Se puede hacer como hizo el Buda, recoger los trapos lavarlos bien aunque duela, teñirlos con la pureza de la arcilla de la realidad y continuar viviendo con dignidad.
La suciedad y mezquindades las pueden arrastrar la corriente, no son necesarias para vivir.

(dedicado a Uks18664)