jueves, abril 10, 2008

Sin escrituras sagradas.


Contraluz de un fragmento de la Carta de Nagarjuna caligrafía y aguada obra de Ard C.

Suelen los creyentes tener sus escrituras sagradas como un depósito de sabiduría trascendental donde se esconden mensajes y enseñanzas que si no dan la felicidad al menos pueden paliar el dolor y los males de la existencia.

Biblia, Corán, Vedas, Upanishads, Tao Te King, Los sutras, el Kangyur, El Arda Viraf, la Torah, el Talmud,, el Grand Shahib, los Puranas, las Analectas, los Evangelios Canónicos y los Apócrifos, el Libro de los Muertos Egipcio, el Libro de los Muertos Tibetano, etc etc.
Todos ellos tienen un carácter sagrado y mucho cuidado con cuestionar su autoridad, una autoridad que únicamente les viene dada por su antigüedad y por el peligro que ha conllevado en muchas ocasiones su análisis, crítica y cuestionamiento.

¿Y es necesario para ser feliz el poner en práctica todo lo que dicen?, pues la verdad es que no.

La felicidad no se consigue poniendo en práctica arcaicas leyes que no van con los tiempos actuales, ni creyendo en las fábulas o mitos que encierran.
No se puede negar, que algunas perlas de sabiduría encierran estos libros, pocas pero muy valiosas que pueden ser una guía pero nunca la solución.
La solución al problema de la obtención de la felicidad y de la armonía no se encuentra entre esas páginas, se encuentra en la vida diaria, dejar que palabras escritas hace miles de años tomen el control de nuestras vidas por medio de predicadores o sacerdotes solo sirve para dar nuestra vida al polvo en que se convirtieron hace mucho aquellos que escribieron estas cosas.

lunes, abril 07, 2008

Samaranch dice:



Dice el señor Samaranch (ex presidente del Comité Olímpico Internacional):

“Cada país y tiene el régimen que escoge”.

El señor Samaranch que no dudo debe poseer una amplísima cultura deportiva con estas palabras demuestra sus lagunas en otros asuntos.
Lo que dice el señor Samaranch es una media verdad que no se ajusta al mundo en que vivimos, tal vez en su mundo de aros de colores, atletas fuertes, ágiles y guapos/as, medallas de colorines, patrocinadores generosos y frases entusiastas, tal vez sea así.
Pero en la realidad las cosas son muy diferentes, porque lo que le falta a la frase del señor Samaranch es una pequeño detalle, es cierto que cada país tiene el sistema político que escoge, si, pero siempre y cuando se le de la oportunidad a sus gentes para escogerlo.
Samaranch olvida que las dictaduras por lo general no son elegidas libremente por el pueblo, Samaranch olvida o no sabe que los países invadidos y territorios ocupados por potencias extranjeras no lo son por gusto de sus habitantes; Samaranch olvida o no sabe que los muertos y torturados en Tíbet solo pueden elegir el silencio porque los muertos no hablan y los torturados saben que si hablan puede que hagan compañía a los muertos.

Samaranch que como dije antes de cultura deportiva debe saber mucho, no sabe que durante muchísimo tiempo organizaciones de voluntarios en todo el mundo han denunciado la situación de los derechos humanos en China y por supuesto en Tíbet; no sabe que la situación del Tíbet y los derechos humanos en China es algo de lo que sabe mucho Amnistía Internacional; pero tal vez el señor Samaranch no conozca esta organización al ser tan pequeñita y no dedicarse al deporte... pues eso.

El señor Samaranch no sabe que China posee el vergonzoso honor de ser el país que ha tenido un niño como preso de conciencia.

Supongo que habrá muchos voluntarios que aportan su buena fe y trabajo para que la antorcha cuando pase por los países sea escoltada, seguramente estas personas pensarán que el ideal olímpico es algo especial y que no hay que mezclarlo con política, tienen razón en parte.
El ideal olímpico es algo especial, pero mucho mas especiales son los ideales que están contenidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ante eso el ideal olímpico en mi opinión es un higo seco y claro que no hay que mezclarlo con la política, pero los derechos humanos no son política es algo superior a la política, se llama ética ¿lo sabe el señor Samaranch?

miércoles, abril 02, 2008

Lema Olímpico


La antorcha olímpica ya ha llegado a China y desde allí, hará un recorrido por unos cuantos países.

Espero que la llama olímpica por cada país que pase despierte voces que pidan respeto por los derechos humanos en China.
Pase lo que pase, los Juegos Olímpicos se van a celebrar, con censura, con arrestos masivos, con torturas, con desapariciones, eso es lo que va a ocurrir, eso es lo que esta ocurriendo.

El asunto del Tíbet, pese a lo que digan los chinos y sus lameculos, no es un asunto únicamente suyo, es un asunto que atañe a todos los seres humanos, de la misma manera que las violaciones de los derechos humanos en Irán o en cualquier país del mundo son cosas que atañen a todos, porque de alguna manera el sufrimiento de seres inocentes nos afecta.

Si hacemos oídos sordos a la barbarie eso nos envilece y nos acerca al estado de bestias inhumanas, si por el contrario abrimos los oídos y aunque no podamos hacer casi nada somos conscientes de los hechos y demostramos nuestra solidaridad aunque solamente sea protestando, eso nos hace como personas mas altos, nuestros sentimientos serán mas fuertes y nuestra voz llegara mas lejos.

Solo dentro de la solidaridad tiene sentido el lema de los Juegos Olímpicos "citius, altius, fortius"

Más rápido, más alto, más fuerte.